Ingredientes:
- 2 pimientos rojos grandes
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de vinagre balsámico
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1/4 cucharadita de pimentón dulce
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- Precalienta el horno a 200°C.
- Lava y seca los pimientos rojos. Corta un círculo alrededor del tallo para poder retirarlo, y luego extrae las semillas y las venas blancas.
- Coloca los pimientos enteros en una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio. Asa los pimientos durante 30-40 minutos, o hasta que la piel esté completamente negra y ampollada.
- Retira los pimientos del horno y déjalos enfriar en una bolsa de plástico cerrada durante 10 minutos. Esto ayudará a que la piel se desprenda más fácilmente.
- Pela los pimientos y deséchalos. Corta la carne de los pimientos en trozos grandes.
- En una licuadora o procesador de alimentos, coloca los pimientos asados, el ajo, el aceite de oliva, el vinagre balsámico, el comino, el pimentón, la sal y la pimienta. Tritura hasta obtener una salsa suave y cremosa.
- Prueba la salsa y ajusta los condimentos a tu gusto. Puedes agregar más o menos vinagre balsámico para ajustar la acidez, o más comino y pimentón para darle un sabor más intenso.
- Sirve la salsa de pimiento rojo asado con tus platos favoritos. Puedes usarla como dip para verduras, para untar en pan, para aderezar ensaladas, o para acompañar carnes y pescados.
Consejos:
- Puedes usar pimientos rojos asados en lata para ahorrar tiempo. Asegúrate de enjuagarlos bien antes de usarlos para eliminar el exceso de sal.
- Si quieres una salsa más picante, puedes agregar un chile chipotle o un poco de pimienta cayena a la licuadora.
- Puedes añadir otras especias a tu gusto, como orégano, tomillo o albahaca.
- La salsa de pimiento rojo asado se puede conservar en la nevera durante una semana en un recipiente hermético.
¡Disfruta de esta deliciosa salsa!